martes, 24 de mayo de 2011

Consejos y recomendaciones para mejorar exposiciones, investigaciones y trabajos escolares

Hola

En esta dirección puedes encontrar sugerencias para desarrollar habilidades que te lleven a mejorar tus investigaciones, exposiciones y demás trabajos escolares.
http://comunicaciencia.unirioja.es/}

Disfrútalas, yo espero que te gusten y aprendas mucho más.
Aquí tienes una pequeña muestra:
Álex Fernández Muerza
¿Por qué me interesa como investigador publicar en Internet? Porque es un medio de comunicación idóneo para la comunicación y la divulgación de la ciencia. Nos permite, generalmente de forma gratuita, o con unos costes muy bajos, sobre todo en comparación con los demás medios de comunicación, publicar, modificar y actualizar contenidos de manera instantánea con posibilidades mundiales de difusión.
Estoy en Internet, luego existo
El medio no condiciona el mensaje: la extensión de los contenidos puede ser tan breve o amplia como queramos. Se puede utilizar para publicar tanto artículos superespecializados, como divulgativos o informativos. Se pueden utilizar enlaces hipertextuales para dirigir a los internautas a otros contenidos que nos interese enlazar con nuestro trabajo o explicar conceptos, incluir imágenes y vídeos, interactuar con otros usuarios, publicar de manera colectiva, etc.
Internet es una herramienta multicanal que nos permitirá llegar tanto a otros colegas científicos como a un público en general, sin importar dónde se encuentren. De esta manera, podemos crear todo tipo de comunidades de intereses afines, desde las más específicas y técnicas hasta las más abiertas y divulgativas.
Instituciones científicas. ¿Por qué es tan importante la marca de la casa?
Las instituciones, las universidades o las empresas, tanto públicas como privadas, tienen una gran oportunidad en Internet para dar a conocer investigaciones y productos que pueden resultar de interés a una sociedad a la que se deben, y de paso, promocionarse en la dura lucha por la financiación. En la NASA son muy conscientes de ello, y tanto su gabinete de comunicación como su web (pendientes incluso de los hispanoparlantes con webs como Ciencia@NASA resultan paradigmáticos en este sentido.
Pero no hace falta ser una institución del tamaño de la NASA para poner en marcha en Internet alguna de sus iniciativas de divulgación e información. En la web se pueden colgar las imágenes y vídeos más impactantes de los investigadores, minientrevistas con los científicos en formato podcast, o hacer todos los días una selección de la mejor imagen del día, como la popular APOD (Astronomic Picture Of the Day). O aprovechar las actuales herramientas de las redes sociales, como Twitter, para dar a conocer a la gente que quiera suscribirse las últimas novedades, de manera rápida y sencilla.
En España, la web del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) fue una de las primeras en hacer un esfuerzo divulgativo en Internet. En su página de inicio, el IAC ofrece las notas de prensa más recientes o la información sobre los seminarios, becas y empleos. Y cabe destacar la web “Caos y Ciencia” con contenidos de divulgación sobre astronomía, y Canarias innova, un programa de radio que surgió de la colaboración del IAC y Radio Nacional de España, para divulgar esta ciencia en la radio.

Dolores Fernández
En este apartado abordaremos cómo enfrentarse a dos tipos de actividades dirigidas a público general: Las charlas, conferencias o mesas redondas, en las que la relación entre el investigador y el público es directa, sin mediaciones y con un impacto inmediato. Y las exposiciones, en las que el investigador tiene un papel de autor o seleccionador de contenidos (comisario) o de asesor científico de la producción. En este caso, la relación con el público es indirecta, mediada, a través de una serie de elementos de muy variadas características, que quedan en un espacio físico concreto y que provoca un impacto diferido en el tiempo.
Errores y aciertos
  • Una conferencia destinada al público general NO es una clase para alumnos, sean éstos del nivel que sean.
  • NO es una contribución a un congreso científico, ni siquiera una contribución de tipo “comunicación”.
  • Una exposición NO se forma con un conjunto de pósters recuperados de un congreso científico, editados en un tamaño mayor y colgados, tal cual, en un pasillo o sala.
  • Una exposición NO es la reproducción de un artículo científico ni de un reportaje de divulgación, ni siquiera enriquecido con imágenes. Aquello que se puede leer o ver en un libro, una revista, una película, una web o una aplicación multimedia no se convierte, sin más, en una exposición.
  • Una conferencia/charla o una exposición para público general podrá tomar elementos de las actividades y experiencias anteriormente descritas, pero necesitará un replanteamiento general desde el comienzo, un desarrollo original y propio, con una metodología adaptada a ambas actividades (o a cada una de ellas) y una serie de habilidades que nos lleven a un resultado de éxito.
  • Para el público, visitar una exposición ES una experiencia física, cognitiva y emocional diferente a la de leer, ver imágenes o películas, o conectarse a Internet
 
 
 
Empezar por el principio. El título
Lo primero con lo que se topa el público antes de acceder a una charla o una exposición es su título. El título es extraordinariamente importante, ya que es el primer vínculo entre el investigador y su público. Es determinante porque es la tarjeta de presentación de la actividad y lo que anima o desanima al público a acudir a ella.
  • En conferencias/charlas. En el caso de las conferencias con un gran nombre detrás, la fuerza del título queda supeditada a la personalidad del investigador y al conocimiento que de él tiene el público. Los investigadores muy conocidos se pueden permitir el lujo de decidir títulos aburridos, sosos o aberrantes para sus conferencias. Da igual, siempre estarán llenas. Y sin embargo, hay muchos investigadores que no dedican el tiempo y la energía que se precisa para reflexionar sobre su título. Se emplean horas en preparar los contenidos, la presentación informática, los vídeos, los ejemplos, la bibliografía y, pocos minutos (quizá menos del uno por ciento del total) en contar con un buen título.
  • En exposiciones. La autoría de las exposiciones suele ser aún menos reconocida que la de las conferencias o charlas. Por tanto, el título y en este caso también la imagen que lo acompaña o lo ilustra (en una suerte de fusión contenido-continente) es, de nuevo, el primer vínculo entre el investigador y el público.
¿Cómo debe ser un buen título?
  • Claro e inteligible al primer intento. Un título no puede confundir al público. No le puede cansar. La estructura de la frase debe ser sencilla y limpia, sin oraciones coordinadas, subordinadas ni yuxtapuestas. Cuando esto sea imprescindible, es mejor recurrir al punto o a los dos puntos e ir a un subtítulo. La estructura clásica de nuestro castellano (sujeto, verbo y predicado) es una garantía de éxito.
  • Conciso. Cualquier título debería caber en una línea, máximo en dos. Debe mostrar la idea matriz (una sola) de la conferencia o exposición.: una idea-una frase.
  • Significativo. Un buen título debe contener las palabras más significativas. Con ellas, el público será capaz de dejar el título en un único concepto, que será el que memorizará y se transmitirá de una persona a otra. Así, la conferencia o exposición de que se trate será “la de las células madre, la presión, la gripe, los viajes espaciales o la aviación”. Por muy elaborado que sea nuestro título, el público lo sintetizará en una o dos palabras como máximo, normalmente un sustantivo y quizá un adjetivo. Si lo va a hacer el público de todas formas ¿por qué no darle el trabajo hecho? y colocar siempre estas palabras “troncales” en nuestro título.
  • ¿Sólo valen los títulos informativos? No. Esto no significa que el título deba ser simple, rutinario o aburrido. Al contrario, son muy bien recibidos los títulos que podríamos llamar “más literarios”, poéticos o evocadores; los juegos de palabras y cualquier otro tipo de frases que busque la complicidad intelectual entre el investigador y el público.

[1] http://comunicaciencia.unirioja.es/?p=233
Ibídem
Dolores Fernández

Manual de comunicación para investigadores
Álex Fernández Muerza
24 de mayo de 2011


Hasta pronto

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